La derrota de Fuerza Patria, el sello electoral del peronismo, en las elecciones legislativas del domingo generó un terremoto político en el justicialismo bonaerense. El triunfo sorpresivo de La Libertad Avanza en el principal distrito del país dejó al oficialismo provincial en estado de conmoción y reavivó viejas internas dentro del Partido Justicialista (PJ).

El principal apuntado por la militancia y varios dirigentes es Máximo Kirchner, actual presidente del PJ de la provincia de Buenos Aires. La tensión se hizo visible anoche, cuando aparecieron carteles pegados en la sede partidaria de La Plata con fuertes críticas a su liderazgo. “Basta de herederos y bendecidos”, “El Partido Justicialista no es tu monarquía”, y “Máximo: el PJ no es tu juguete”, fueron algunos de los mensajes colocados sobre la fachada de la sede de calle 54, entre 7 y 8.

Aunque los carteles fueron retirados en la mañana del martes, la señal interna fue clara: crece el malestar con la actual conducción y muchos ya hablan de la necesidad de un recambio generacional dentro del peronismo bonaerense.

El mandato de Máximo Kirchner como presidente del partido vence el 18 de diciembre, pero aún no hay convocatoria formal a elecciones internas para renovar autoridades. En ese marco, empezó a sonar con fuerza el nombre de Verónica Magario, vicegobernadora provincial y vicepresidenta primera del PJ bonaerense, como posible sucesora.

En los últimos días, Magario dejó entrever su interés en fortalecer su rol partidario. Durante el acto del 17 de octubre, había señalado que le hubiera gustado ser presentada como “vicepresidenta del PJ” y no solo como vicegobernadora. Tras la derrota del domingo, algunos funcionarios bonaerenses comenzaron a respaldar públicamente su eventual candidatura. “Qué lindo te quedaría ser la presidenta del PJ bonaerense”, le escribió en redes sociales Rosendo Martínez, subsecretario de Economía Popular.

El impacto del resultado electoral no se limita al ámbito provincial. A nivel nacional, también hubo críticas hacia Cristina Fernández de Kirchner, titular del PJ nacional. El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, lanzó un duro mensaje: “El PJ no es una pyme familiar. Por una vez en la vida, hágase cargo de algo. Lo que pasó el domingo es su responsabilidad y el terror de muchos argentinos de que vuelva”, disparó el mandatario norteño.

Con el calendario corriendo y sin señales claras de renovación, el peronismo bonaerense atraviesa una de sus peores crisis internas de los últimos años, con el futuro de su conducción en abierta disputa y el liderazgo de Máximo Kirchner cada vez más cuestionado.