FOTO: Diario El Dia
“Hay indicadores del desprecio que tenían los padres hacia los hijos”, aseguró el fiscal Fernando Cartasegna en referencia al caso que investiga y tuvo como víctima a un nenito de apenas 7 años.

Su madre, identificada como Alejandra Gisela Ali, de 34 años, y el padrastro, José Antonio Mendoza Pacheco, de 31 y nacionalidad peruana, quedaron ayer formalmente detenidos por “homicidio calificado”. Hoy serán indagados por este delito que contempla la pena de prisión perpetua.
El informe preliminar de la autopsia confirmó el horroroso cuadro anticipado por los forenses que vieron el cuerpo de Ricardo Armando Martínez, de 7 años. El chiquito tenía lesiones en las piernas, la espalda, pelvis y la zona genital, aunque la causa de la muerte fue un shock hipovolémico causado por un fuerte golpe en la zona baja del abdomen. Los peritos estiman que el niño lo recibió estando en posición fetal y no descartan que haya sido una patada.
Estiman que esto ocurrió unas cuatro horas antes de que Ricardo ingresara al hospital de Niños, ya sin vida, alrededor de las 11.30 de la mañana del martes.
En la autopsia también confirmaron lesiones compatibles con una violación, que datarían de 72 horas previas a la muerte, informaron fuentes judiciales.
Los investigadores están convencidos de que estos hechos sucedieron en la casa familiar, situada en 93 entre 12 y 13. De ahí se llevaron el martes prendas con sangre. Y ahí encontraron al hermanito mayor de Ricardo, de 11 años, solo y en estado de shock.
Fue alrededor de las 5 de la tarde del martes, cuando el fiscal llegó al domicilio con la orden de allanamiento librada por el juez Fernando Mateos, junto a policías de la CDI y peritos de Científica. Para entonces, la madre y el padrastro ya habían sido demorados.
“En la casa encontramos a este nenito, solo. Estaba herido y se mantuvo callado durante cuatro horas”, contó un pesquisa que estuvo en el procedimiento. El pequeño recién pudo hablar cuando llegó su padrino, a quien los servicios de Niñez y Adolescencia le gestionaron la guarda provisoria.
Ese mismo día lo asistieron psicólogos y revisaron especialistas de Cuerpo Médico de la Policía, que constataron 21 lesiones en distintas partes del cuerpo, recientes y de larga data, pero descartaron que haya sido abusado sexualmente.
A su padre biológico no lograron localizarlo todavía, a diferencia del de Ricardo, quien se encuentra gravemente enfermo, trascendió de fuentes oficiales.
LLEGO MUERTO AL HOSPITAL
La pareja fue detenida el martes, cuando en un remís del barrio trasladó al nene al Hospital de Niños Sor María Ludovica.
En la guardia dijeron que se había desmayado, pero los médicos constataron que Ricardo estaba muerto, por lo que dieron inmediato aviso a la policía y al fiscal de turno.
Alí y Mendoza Pacheco aseguraron en un principio que el pequeño había tenido un fuerte dolor abdominal y que hasta había hablado con ellos en el viaje al centro asistencial.
“Claramente buscaban ocultar el real motivo de la muerte” del nene, explicó Cartasegna, agregando que, luego de tomar declaración a los vecinos de la familia, se estableció que el menor y su hermano eran sometidos a malos tratos.
En un primer momento trascendió que la madre de los chicos -que tiene otro hijo de 15 años que no vivía con ellos- también era víctima de maltrato. El fiscal no cree lo mismo: “Es parte del plan criminal”, aseguró.
“Hay indicios que daban cuenta de que los padres subían la música para golpear a sus hijos”, agregó el Cartasegna, quien expresó que “el fallecimiento lleva a reflexionar que es necesario empezar campañas por los niños que son víctimas de abuso y de pedofilia, que causan estas muertes violentas con un sufrimiento indescriptible”.