La tarde del sábado quedará marcada por la polémica en el fútbol local, tras un hecho insólito ocurrido en el estadio «Chiche» Vicente, durante el encuentro entre Estrella de Berisso y San Lorenzo de Villa Castells. A los ojos atónitos de todos los presentes, se consumó una decisión arbitral que desató indignación generalizada y que tuvo un impacto directo en el resultado del partido.
El árbitro del encuentro, Nehuén García, adicionó cinco minutos tras el tiempo reglamentario. Con el marcador igualado 0-0, a los 47 minutos del complemento, sancionó correctamente un penal para Estrella. Simón Cañete ejecutó de manera impecable y convirtió el 1 a 0, desatando los festejos de todo el equipo local.
Sin embargo, lo que debía ser celebración se convirtió en desconcierto. El árbitro, de manera inesperada y contraria al reglamento, anuló el gol y sancionó tiro libre indirecto para San Lorenzo por un supuesto adelantamiento de un jugador de Estrella. La normativa vigente es clara: si el adelantamiento no influye en la jugada, el gol es válido; si sí influye, debe repetirse el penal. Ninguna de estas dos opciones fue aplicada.
García, luego del partido, reconoció su error alegando que “se le hizo una laguna” y que incluso había perdido su reloj en el campo de juego, lo que explicaría el abrupto final del partido tras anular el gol.
Desde Estrella de Berisso expresaron su malestar por lo que consideran una injusticia que vulneró la integridad del juego y exigen que se tomen medidas para corregir lo sucedido. “Estrella ganó el partido. Fue privado de la victoria. Los tres puntos le corresponden”, manifestaron desde la institución.
El caso ya genera repercusiones en el ámbito del arbitraje local, con pedidos para revisar lo ocurrido y sentar un precedente que resguarde el respeto por las reglas y la equidad deportiva.

