La relación entre el presidente Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri se enfrenta a un nuevo episodio de tensión. Desde el entorno del PRO advierten que podrían dejar de acompañar al gobierno en el Congreso si sus demandas no son atendidas, generando una atmósfera de posible ruptura entre los aliados políticos. Este lunes, el consejo directivo del PRO discutirá su postura frente a la reforma de la Ley de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), tema que exacerba las diferencias entre ambos sectores.

La Casa Rosada respondió de manera tajante a las advertencias del PRO, sugiriendo que un voto en contra afectaría cualquier posibilidad de alianza electoral para el año que viene. Sin embargo, en el PRO consideran que esta postura responde a “una cuestión de identidad y rumbo”, más allá de los cargos que han solicitado. Mauricio Macri ha insistido en obtener ciertas posiciones estratégicas dentro del gobierno, como la concesión de la Hidrovía y puestos en áreas clave como Transporte y la AFIP, pero hasta el momento solo ha conseguido algunas designaciones menores, lo cual no satisface sus expectativas.

Mientras ambos lados intercambian indirectas, el vocero presidencial Manuel Adorni intentó reducir la tensión al señalar que Milei y Macri mantienen una relación de amistad, pero en el PRO respondieron con escepticismo y sostienen que las decisiones de fondo reflejan más los intereses de cada grupo que una verdadera alianza. Desde el PRO subrayan que, aunque el oficialismo tiende a mostrarse crítico en público, las acciones no siempre reflejan esa dureza, y advierten que el apoyo a Milei no está garantizado para futuras decisiones clave.

En este clima, se observa cómo las tensiones internas entre el PRO y Libertad Avanza podrían definir el tono de la relación entre ambos partidos para el próximo año. Con las elecciones de medio término en el horizonte, ambos lados miden sus movimientos mientras el entorno de Milei confía en que no necesitarán ceder en el Congreso si logran consolidarse en las urnas.